Las Visitas Solidarias al Olivo, desarrolladas por la Fundación Juan Ramón Guillén con la colaboración de la Obra Social ‘La Caixa’, facilitan que las personas en situación más vulnerable participen en un taller lúdico-educativo sobre el mundo del olivar en la sede de la fundación, una hacienda con más de 500 años de historia aceitera.

Un total de 50 usuarios y colaboradores de la Fundación Psicopediatría de Sevilla, que trabaja por la integración de las personas con discapacidad intelectual, han participado en un taller sobre cultura aceitera en la Hacienda Guzmán, sede de la Fundación Juan Ramón Guillén. La actividad se enmarca en el programa Visitas Solidarias al Olivo, desarrollado por la entidad con la colaboración de la Obra Social ‘La Caixa’ con el fin de que los participantes se acerquen al entorno olivarero y la tradición aceitera a través del recorrido guiado por la hacienda y de la realización de diferentes dinámicas.

La reanudación de las Visitas Solidarias, pospuesta hasta hace unas semanas debido a la pandemia, ha tenido una buena acogida entre las entidades sociales participantes y la Fundación Juan Ramón Guillén ya tiene previstas varias sesiones en los próximos meses. Hasta el momento, en los dos talleres celebrados en lo que va de año han participado un total de 94 personas, con lo que desde 2013, el programa Visitas Solidarias al Olivo ha posibilitado que 2.160 personas con diferentes tipos de discapacidad y en situación de riesgo de exclusión social de 29 entidades hayan podido conocer el proceso de elaboración del aceite de oliva y su importancia para Andalucía.

Mediante la realización de talleres en distintos espacios al aire libre de la Hacienda Guzmán, los asistentes aprenden cuáles son las características y propiedades del aceite de oliva como pilar de la dieta mediterránea, así como la relevancia que el cultivo del olivo ha tenido a lo largo del tiempo en el ámbito rural de Andalucía. Los participantes visitan el molino del siglo XVII y la almazara donde se elabora actualmente aceite de oliva, percibiendo así la evolución registrada en el proceso de su obtención; realizan una cata con diferentes variedades de AOVE y comprueban la diversidad que caracteriza al sector olivarero paseando entre las más de 150 especies que integran la olivoteca de la fundación.