La Junta de Andalucía ha comenzado a visitar los establecimientos de restauración para controlar que estos cumplen con la norma estatal que prohíbe el uso de aceiteras rellenables. La iniciativa se enmarca dentro de la campaña de inspección puesta en marcha a través de la Dirección General de Consumo y los Servicios provinciales de Consumo de la Consejería de Salud en cumplimiento de la Ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía.

La medida, que se prolongará hasta el próximo mes de diciembre, presta especial atención al empleo de aceiteras rellenables debido a que su uso está prohibido por el Gobierno desde el 1 de marzo de 2014. La normativa estipula que los aceites que se ponen a disposición del consumidor final tienen que ofrecerse en envases etiquetados y provistos de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización.

En este sentido, según los resultados preliminares de esta campaña, sólo se han detectado incumplimientos en cinco establecimientos de hostelería de los 466 inspeccionados en Andalucía. Por tipos de establecimientos, los Servicios de Consumo provinciales visitaron un 40% de bares, un 18% de cafeterías y un 42% de restaurantes.