
El sector aceitero manifiesta su disconformidad con el incumplimiento del uso de aceiteras irrellenables
El sector aceitero ha manifestado su preocupación ante la falta de cumplimiento de la normativa que exige la utilización de envases irrellenables para aceites de oliva en la hostelería y restauración.
El Real Decreto 895/2013, de 15 de noviembre, que establece prohibiciones y nuevas exigencias en la comercialización de aceites de oliva y de orujo de oliva entró en vigor el 1 de enero de 2014 y los establecimientos contaron de plazo hasta el 1 de marzo de ese mismo año para hacer desaparecer las botellas rellenables. No obstante, según aseguran desde el sector, el incumplimiento de esta exigencia está siendo cada vez más habitual.
En este sentido, el colectivo afirma que desde la entrada en funcionamiento de la norma a principios del pasado año no han dejado de verse aceiteras, envases que no cumplen con la norma y botellas que han sido rellenadas. Esto supone no sólo un incumplimiento legal sino una amenaza a la calidad y pureza de los aceites de oliva y, siempre, una merma de los intereses de los consumidores.
Con esta medida, lo que se pretende no es otra cosa que garantizar a consumidores y usuarios la calidad y autenticidad de los aceites puestos a su disposición, así como mejorar la imagen del producto. Por ello, se hace necesario estar vigilantes y velar por el cumplimiento de la norma. De hecho, la Interprofesional del Aceite de Oliva Español ya manifestó al aprobarse el decreto que "la medida redunda en el beneficio del consumidor, con un coste "perfectamente asumible y a cambio, no sólo se obtiene una garantía de calidad plena, sino también una presentación más higiénica y atractiva".